Una empresa con vocación de sostenibilidad

Solucionar el problema del cambio climático. Acabar con la pobreza extrema. Luchar contra la desigualdad y la injusticia. Los objetivos mundiales son importantes y su consecución habrá de cambiar el mundo.

¿Cómo una empresa de generación de electricidad puede sumarse a la preocupación por el futuro de las personas, el planeta y la naturaleza? La historia de Hidroeléctrica Boliviana, aún antes de que en 2015 la ONU aprobase la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible con sus 17 objetivos para alcanzarlo, ha estado, desde su inicio orientada a apoyar esos objetivos.

En efecto, la historia de la empresa está ligada a la historia del Complejo Hidroeléctrico del Río Taquesi (CHRT) que inicia operación comercial en junio de 2002. El CHRT nace en un momento en que en Bolivia se entendía que la expansión de la generación en el sector eléctrico nacional tenía como alternativa óptima la expansión en base a turbinas de ciclo simple de gas natural. Nosotros en cambio, apostamos por la energía hidroeléctrica con escaso volumen de almacenamiento; tecnología renovable en su naturaleza, coincidente con lo que años después sería el objetivo No 7 “Energía Asequible y No Contaminante” de la Agenda 2030.

En esa época se entendía en el país que las inversiones importantes se desarrollarían en los llanos orientales, nosotros en cambio apostamos por los Yungas de La Paz. Las instalaciones del CHRT se emplazan en una zona de distintos pisos ecológicos con cobertura vegetal en un equilibrio naturalmente poco estable. En la construcción y posterior operación nos ha tocado gestionar sosteniblemente tal cobertura en forma coincidente con el objetivo No 15 “Vida de Ecosistemas Terrestres”.

El CHRT fue el primer proyecto boliviano en calificar como una “actividad de desarrollo limpio” en el marco del “Protocolo de Kioto” de la CMNUCC. Desde la fecha de su operación comercial el 19 de junio de 2002 el CHRT ha venido desplazando gases de efecto invernadero que de otra manera se habrían producido si el mismo no hubiera sido construido y operado en el Sistema Interconectado Nacional de Bolivia. El CHRT cuenta con dos plantas hidroeléctricas en cascada, las que totalizan una capacidad instalada cercana a los 90 MW y producen anualmente alrededor de 320 Gwh. Tal producción hidroeléctrica desplaza anualmente alrededor de 180,000 toneladas equivalentes de carbono de la atmosfera en total coincidencia con el objetivo No 13 “Acción por el Clima” de la Agenda 2030.

Es importante destacar que Hidroeléctrica Boliviana es la primera empresa en la historia de la industria eléctrica boliviana que ha instituido una fundación sin fines de lucro, la Fundación Taquesi (FT), como brazo social de la empresa. Su objetivo fundamental es impactar positivamente en el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores de las 26 comunidades situadas en el área de influencia del CHRT. Es desde dicha fundación que se han financiado proyectos de salud, financiando el Centro de Salud Kollaña Uta en Yanacachi, o ayudando en el equipamiento para un Centro de Aislamiento Covid-19 en la actual pandemia, o proyectos de mejoramiento de la seguridad alimentaria de las comunidades. Es interesante destacar que el aporte voluntario y desde la actividad privada de la Fundación es comparable y en muchas de las comunidades mayor al aporte de tipo obligatorio del Gobierno Municipal de Yanacachi. De esta manera HB colabora, vía la FT con los objetivos 1 “Fin de la Pobreza”, 2 “Hambre Cero”, y 3 “Salud y Bienestar” de la Agenda 2030.

Ángel Zannier
Gerente General y Presidente del Directorio
Hidroeléctrica Boliviana S.A

119PortaditaDiciembre

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